Wednesday, January 03, 2007

LA DEFINICION MARXISTA DE CLASE OBRERA

Por Olmedo Beluche

olmedobeluche@yahoo.es



Desde hace décadas se ha instalado en el seno del marxismo un debate respecto a qué debemos entender por clase obrera. Los escépticos ante las posibilidades revolucionarias del proletariado, limitan el alcance numérico de ésta a los trabajadores de la industria y consideran al resto de los asalariados parte de las “capas medias”. Quienes así piensan sugieren que, dado el número reducido de los obreros, con respecto al conjunto de la población, se hace difícil una revolución social encabezada por éstos.




A partir de los años noventa, algunos han dictaminado la “muerte del sujeto social” de la revolución socialista, para lo cual argumentan que el neoliberalismo ha implicado la destrucción de muchas conquistas sociales de los trabajadores y que el avance de la “nueva economía” ha limitado aún más, tanto cualitativa como cuantitativamente , a esta clase.Somos de la opinión contraria. El capitalismo mundial continúa el proceso de proletarizació n creciente de la sociedad, que analizara Carlos Marx, y que como él mismo propusiera los márgenes de la clase revolucionaria del presente no se quedan entre los productores directos de mercancías. Por supuesto, no se trata de una clase homogénea, tiene su estratificació n, sus sectores, como todas las clases.




El concepto de trabajo asalariado:



Antes de entrar a establecer una distinción entre los distintos sectores de los trabajadores asalariados, lo correcto metodológicamente, es señalar que la contradicción fundamental de este modo de producción es capital-trabajo asalariado.


“Son dos las características que distinguen desde el primer momento el modo capitalista de producción. Primero: Este régimen crea sus productos con el carácter de mercancías... en él ser mercancías constituye un carácter predominante y determinante de sus productos. Implica, en primer término, el hecho de que en él el propio obrero sólo aparece como un vendedor de mercancías y por tanto, como libre obrero asalariado con carácter general… La segunda característica, señalada por Marx es la producción de plusvalía como finalidad directa y móvil determinante de la producción”.[i]



De acuerdo al Capítulo VI (Inédito) de El Capital, “el poseedor de la capacidad laboral se enfrenta al capital o de capitalista como vendedor de aquélla. Como, vendedor directo de trabajo vivo, no de una mercancía. Es un trabajador asalariado. Esta es la primera premisa”[ii].La característica esencial del régimen capitalista de producción, es que los productores directos se hayan desposeídos de los medios de producción y obligados a vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir. De ahí que el trabajo asalariado es una premisa del capitalismo, incluso antes de entrar a distinguir entre qué tipo de trabajo produce plusvalía y cuál no."Puede ocurrir que esté presente la primera condición sin que lo esté la segunda. Un trabajador puede ser trabajador asalariado, jornalero, etc. Ocurre ello toda vez que falta el segundo elemento. Todo trabajador productivo es un asalariado, pero no todo asalariado es un trabajador productivo”[iii] .



Marx más adelante agrega: "Ya hemos visto que es tendencia constante y ley de desarrollo del modo capitalista de producción el establecer un divorcio cada vez más profundo entre los medios de producción desperdigados en grupos cada vez mayores; es decir, el convertir el trabajo en trabajo asalariado y los medios de producción en capital"[iv]Marx tampoco distingue entre obreros productivos e improductivos cuando define a esta clase:



"Los propietarios de simple fuerza de trabajo, los propietarios de capital y los propietarios de tierras, cuyas respectivas fuentes de ingreso son el salario, la ganancia y la renta del suelo; es decir, los obreros asalariados, los capitalistas y los terratenientes, forman las tres grandes clases de la sociedad moderna, basada en el régimen capitalista de producción"[v]Al pie de página de El Manifiesto Comunista, hecha por F. Engels para la edición inglesa de 1888, leemos: "Por burguesía se comprende a la clase de los capitalistas modernos, propietarios de los modos de producción social, que emplean el trabajo asalariado. Por propietarios, que, privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir" [vi]



En conclusión, para Marx, los propietarios de simple fuerza de trabajo, que se ven obligados a venderla a cambio de un salario, constituyen una clase social denominada proletariado.



B. Los conceptos de trabajo productivo e improductivo:



Marx es suficientemente claro cuando define el concepto de trabajo productivo en Teorías sobre la plusvalía: "El trabajo productivo, en su significado para la producción capitalista, es trabajo asalariado que, cambiado por la parte variable del capital (la parte del capital que se destina a salarios), reproduce no sólo dicha porción del capital (o el valor de su propia fuerza de trabajo), sino que además produce plusvalía para el capitalista. Sólo de esa manera la mercancía o el dinero se convierten en capital…Por consiguiente, sólo es productiva la fuerza de trabajo que crea un valor mayor que el suyo propio".[vii]



A nuestro juicio el problema planteado es el siguiente: ¿Puede establecerse una diferenciació n de clase entre asalariados productivos y no productivos en el régimen capitalista de producción? ¿En qué contexto habla de trabajo productivo e improductivo?


Es común un tipo de error en el que el concepto de trabajo productivo se identifica con el carácter material del producto. Se suele creer que si el producto del trabajo es un objeto corpóreo, fue realizado por un trabajo productivo; en cambio, si es inmaterial, es un trabajo improductivo. Esta concepción fetichista tiene tres variantes que el mismo Marx señala:


"1. La concepción fetichista, peculiar al modo de producción capitalista y derivada de la esencia del mismo, según la cual las determinaciones formales económicas tales como mercancía, ser trabajo productivo, etc., constituye una cualidad inherente en y para sí a los depositarios materiales de estas determinaciones formales o categorías.



2. Que si se considera en cuanto tal proceso laboral, sólo es productivo el trabajo que desemboca en un producto (producto material, ya que aquí se trata únicamente de la riqueza material).



3. Que en el proceso real de la producción - considerando sus verdaderos elementos - con respecto a la formación de la riqueza, existe una gran diferencia entre el trabajo que se manifiesta en artículos reproductivos y el que lo hace en menos artículos suntuarios (luxuries)". [viii]


Estas concepciones fetichistas cometen el error de poner como elemento cualitativo y determinante el producto del trabajo, cuando lo que está buscando Marx, con la definición de trabajo productivo en el capitalismo es señalar la especificidad que el trabajo productivo adquiere en este modo de producción, a saber: la extracción de plusvalía. La extracción de plusvalía define un tipo específico de relaciones sociales, en las que una clase poseedora de los medios de producción explota a otra desposeída de los mismos.



Marx sostiene que uno de los más importantes aportes de A. Smith fue el de definir el trabajo productivo como el que se intercambia directamente por capital: "Esto también establece de modo absoluto qué es el trabajo improductivo. Es el que no se cambia por capital, sino directamente por renta, es decir, por salarios o ganancias… Por lo tanto, estas definiciones no derivan de las características materiales del trabajo (ni de la naturaleza de su producto, ni del carácter especial del trabajo concreto), sino de la forma social definida, la relaciones sociales del productor en que se realiza el trabajo " [ix]




Seguidamente, explica que un payaso o actor es productivo si trabaja para un capitalista "a quien devuelve más trabajo del que recibe de él en forma de salarios ", en contraposició n con el sastre que acude a la casa del capitalista a remendar un pantalón y simplemente produce un valor de uso, su trabajo es consumido como renta: "el trabajo productivo e improductivo se conciben desde el punto de vista del poseedor del dinero, desde el punto de vista del capitalista" [x] .




En el caso del trabajo comprado contra renta es improductivo para el comprador de dicho "servicio", pues desde su punto de vista ese servicio sólo le interesa como un valor de uso; sin embargo para el que lo vende este servicio representa, además del valor de uso, una mercancía. "Para el productor de dichos servicios, los servicios prestados son mercancías. Tienen un valor de uso definido (imaginario o real), y un definido valor de cambio. Pero para el comprador dichos servicios no son más que valores de uso" [xi]Esta caracterizació n Marx la hace extensiva también al conjunto de los trabajadores que, laborando en el mismo proceso productivo, sus funciones no tienen que ver directamente con la elaboración de la materia prima (como los vigilantes, ingenieros, etc.), ya que la mercancía es un producto común a todos ellos, aunque hayan jugado papeles distintos en el proceso productivo. Marx considera estos asalariados, no sólo parte de la misma clase obrera, sino como trabajadores productivos. "Para ser productivo…basta con ser un órgano del trabajador colectivo"[xii]




C. El proletariado comercial y el trabajo productivo


Para Marx, el obrero comercial es un obrero asalariado como otro cualquiera. En primer lugar, porque su trabajo es comprado por el capital variable del comerciante y no por el dinero gastado como renta, lo que quiere decir que no se compra simplemente para el servicio privado de quien lo adquiere, sino con fines de valorización del capital desembolsado. En segundo lugar, porque el valor de su fuerza de trabajo y, por tanto, su salario, se halla determinado, al igual que en los demás obreros asalariados, por el costo de la producción de su fuerza de trabajo específica y no por el producto de su trabajo.


"Sin embargo, entre él y los obreros empleados directamente por el capital industrial tiene que mediar la misma diferencia entre el capital industrial y el comercial y la que existe, por tanto, entre el capital industrial y el comerciante. El comerciante, como simple agente de la circulación, no produce valor ni plusvalía (…), razón por la cual tampoco los obreros mercantiles dedicados por él a las mismas funciones pueden crear directamente plusvalía para él"[xiii]



Marx no trata a los trabajadores del comercio como una clase aparte de los obreros industriales, muy por el contrario, los denominan "obreros mercantiles" , reiterando que forman parte de la misma clase social que los vinculados a la fase de producción. Es más, dice que entre unos y otros, media "la misma diferencia", que entre el capitalista industrial y un comerciante, ambos pertenecen a la misma clase, aunque jueguen un rol distinto en el proceso productivo.


Marx concluye: “El obrero comercial no produce directamente plusvalía. Pero el precio de su trabajo se determina por el valor de su fuerza de trabajo, es decir, por su costo de producción, mientras que el ejercicio de esta fuerza de trabajo, como una tensión que es de ella, como un despliegue y desgaste de la fuerza de trabajo misma, no se halla limitada, ni mucho menos, como se halla limitado ningún obrero asalariado, por el valor de su fuerza de trabajo. Por consiguiente, su salario no guarda una relación necesaria con la masa de ganancia que ayuda al capitalista a realizar. Lo que le cuesta al capitalista y lo que reste de ella son dos magnitudes distintas. Este obrero asalariado no le rinde al capitalista creándole directamente plusvalía, sino ayudándole a reducir los gastos de realización de la plusvalía, realizando el trabajo no redistribuido, necesario para ello”. [xiv]



Ahora enfrentaremos con el problema teórico planteado por C. Colliot-Thelene. Según las definiciones anteriores: ¿Cómo clasificamos a los asalariados de los bancos y el comercio? ¿Productivos? Para serlo, según la definición marxista deben crear plusvalía, pero los empleados bancarios y comerciales no producen plusvalía, sino que simplemente ayudan al capital comercial y financiero a realizar la plusvalía, que ha sido creada en el momento anterior de la reproducción del capital, o sea, el de la producción de mercancías.



¿Improductivos? Tampoco, pues según vimos, el trabajo improductivo es el que se cambia por dinero – renta. Y, sin embargo, los trabajadores del comercio y de los bancos son pagados por la parte del capital variable de esos capitales. Ya vimos que en El Capital, hablando de las características de los empleados del comercio se dice que “su trabajo es comprado por el capital variable del comerciante y no por el dinero gastado como renta” [xv]




Tanto las partes del Tomo I de El Capital, como Teorías sobre la plusvalía el Capítulo inédito, están tratando el problema del trabajo productivo e improductivo, desde la órbita del capital productivo. Marx no aborda aquí el problema del capital - mercancía (circulación) , autónomamente, como un capital particular, sino como una fase de la reproducción del capital, necesaria y “solidaria” con la fase de producción del capital.



Marx dice: “Aquí hemos tratado sólo del capital productivo, es decir, capital empleado en el proceso de producción directo. Más tarde pasaremos al capital en el proceso de la circulación. Y sólo después de ello, al considerar la forma especial que adopta el capital como capital comercial, puede contestarse a la pregunta de la medida en que los trabajadores empleados por él son productivos e improductivos” . [xvi]




Nada autoriza, pues, a interpretar que los asalariados ubicados en la fase de “circulación” del capital (en este caso bancarios y comerciales) , pertenecen a una clase social distinta, de los ubicados en la fase de producción (obreros industriales digamos). Ambos sectores de asalariados pertenecen a una misma clase, tal como el capitalista dedicado al comercio, la banca o la industria pertenecen a la suya.



“En la producción de mercancías, la circulación es tan necesaria como la misma producción y los agentes de la circulación necesarios, por consiguiente, como los de la producción. El proceso de reproducción engloba ambas funciones del capital..” [xvii]




D. Los empleados públicos y la estructura social:


Arribamos al objetivo central de nuestro ensayo: los empleados públicos estatales. Utilicemos para empezar, el método deductivo comparando las características definidas por Marx para la clase obrera en general a ver si los empleados públicos encajan en ellas.



Su relación con los medios e instrumentos de trabajo:

Los empleados públicos, como el resto de los asalariados, y para poder serlo, se hayan desposeídos de su medios e instrumentos de trabajo. No son dueños de los medios ni del producto de los mismos.



Están obligados a vender su fuerza de trabajo:

Como el resto de la clase obrera, al no ser dueños de sus medios de producción, la relación en que se encuentran en el mercado es la de vendedores de su fuerza de trabajo. Pero los empleados públicos lo único que poseen, como cualquier obrero, es su capacidad de trabajar (fuerza de trabajo), y la ofrecen a cambio de un salario. Tan obvia es esta relación que los trabajadores estatales pasan al sector privado sin que cambien sus formas generales de trabajo.




No determinan las condiciones y ritmos de su trabajo:


Esta característica se infiere de las anteriores, pues al no ser dueños de sus medios de producción, y hacerlo “para otro” (Estado), también sus condiciones de trabajo y los ritmos del mismo, les son impuestos como algo “ajeno “ a esos empleados públicos. Ellos, como los trabajadores de oficina de la industria privada, han vivido en el siglo XX un proceso acelerado de división técnica del trabajo, lo que ha aumentado la intensidad del mismo, marcando un nivel dado de subsunción (indirecta) a las condiciones de la producción impuesta por el capital.



4. ¿En qué relación se encuentran con respecto al capital los empleados públicos?


Los empleados públicos encajan perfectamente en la siguiente cita de Marx (tomo III), que ya vimos, referida a los empleados del sector comercial: “El obrero comercial no produce directamente plusvalía. Pero el precio de su trabajo se determina por el valor de su fuerza de trabajo, es decir, por su costo de producción, mientras que el ejercicio de esta fuerza de trabajo, como una tensión que es de ella, como un repliegue y un desgaste de la fuerza de trabajo misma, no se halla limitada ni mucho menos, como no se halla limitado en ningún obrero asalariado, por el valor de su fuerza de trabajo”[xviii] .



Al empleado comercial como al público, el salario le es pagado de acuerdo al precio de su fuerza de trabajo, determinado por el costo de su producción. Y esto no impide que labore mucho más allá del tiempo necesario (que les es pagado como valor de fuerza de trabajo) produciendo un plusproducto.



Entregan más de lo que reciben, o lo que es lo mismo, no se les paga por el producto de su trabajo. Este plustrabajo no se materializa en plusvalía, porque su producto no está destinado al mercado, no es mercancía (excepción hecha de las industrias estatales), sino que es un servicio prestado por el Estado para garantizar las condiciones generales del funcionamiento de la sociedad capitalista.



En el tomo II de los Grundisse hablando del papel del Estado en la relación de las condiciones generales de la producción, Marx señala: “Puede hacer trabajos e inversiones que sean necesarios sin ser productivo en el sentido del capital, esto es, sin que el plustrabajo contenido en ellos se realice como plusvalor a través de la circulación, a través del intercambio”[ xix]Inmediatamente ejemplifica con el caso de un obrero estatal que construye un camino, en el que ha dejado plasmado su plustrabajo, pero no se puede vender. Este, sin duda es el caso de la mayoría de los empleados públicos que laboran en la administració n del Estado y en los servicios que éste presta, los cuales, siendo pagados por el costo de su fuerza de trabajo, dejan un plustrabajo no retribuido, pero que no se puede concretar en plusvalía, ya que no se intercambia en el mercado.



Dicho en otros términos, los empleados públicos son pagados, no con el capital variable, sino del rédito (impuestos). “Por consiguiente, todas las condiciones generales, colectivas de la producción – mientras tanto no pueda ocurrir su creación por el capital en cuanto tal, bajo sus condiciones – se cubren con una parte del rédito nacional, del erario público, y los obreros no se presentan como trabajadores productivos, aunque aumentan la fuerza productiva del capital”[xx]


El empleado público o estatal, “aunque es un asalariado libre como cualquier otro, desde el punto de vista de lo económico, está, sin embargo en otra relación, sino de capital en cuanto capital”.[xxi] Al no producir plusvalía, aunque su trabajo sea necesario par el funcionamiento del sistema, el empleado público no es productivo “en el sentido del capital”, él se haya “en otra relación” con el capital, ayuda a producir las condiciones generales de la producción, aumentando la fuerza productiva de capital.


Notas


[1] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, Edit. Pueblo y Educación, la Habana, Cuba, 1983.Pág. 883.
[1] Marx, Carlos. El Capital, libro I, Capítulo VI (Inédito). Edit. Siglo XXI, México, 1984 p. 80.

[1] Ibidem, p.80.

[1] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, op.cit.p. 888.

[1] Loc. Cit. P. 888.

[1] Marx, Carlos y Federico Engels. Manifiesto del Partido Comunista. Ediciones en Lenguas Extranjera, Pekín, 1975, Pág. 32.

[1] Marx, Carlos. Teorías sobre la plusvalía. Tomo I, II y III, Edit. Cartago, Buenos Aires.

[1] Marx, Carlos. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundisse) 1857 – 1858. Tomos I, II y III, Edit. Siglo XXI, México, 1982.

[1] Marx, Carlos. Teorías ..., ob.cit. p. 133.

[1] Ibid, p. 134.

[1] Loc. Cit.

[1] Marx, Carlos. El Capital, libro I, capítulo II.

[1] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, op.cit.p. 121.

[1] Garmendia, Osvaldo. “La definición marxista de clase obrera”. Revista Correo Internacional N°24, octubre, 1986.

[1] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, op.cit.p. 121 – 122.

[1] Ibid, p. 314.

[1] Colliot – Thelene, Catherine. Contribución de un análisis de las clases sociales. Uso y abuso de la noción de trabajo productivo. Revista Crítica de la Economía Política, Tomo 4, Edit., Fontamara, Barcelona, España, 1977. Pág. 95.

[1] Marx, Carlos. Teorías sobre la plusvalía, ob.cit. p. 349.

[1] Loc.cit.

[1] Marx, Carlos, Capitulo VI, (Inédito), ob.cit.p.82.

[1] Loc.cit.

[1] Marx, Carlos, Capítulo VI (Inédito), ob.cit.p.82.

[1] Ibidem, p. 60

[1] Ibid., p. 89

[1] Loc. Cit.

[1] Garmendia, Op. Cit., p. 43

[1] Ibid., p. 43

[1] Ibid., p.45

[1] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, op.cit.p. 121.

[1] Marx, Carlos. Grundisse... op.cit.p. 20.


[1] Ibid., p. 24.

[1] Loc. Cit.


------------ --------- --------- ---[i] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, Edit. Pueblo y Educación, la Habana, Cuba, 1983.Pág. 883.
[ii] Marx, Carlos. El Capital, libro I, Capítulo VI (Inédito). Edit. Siglo XXI, México, 1984 p. 80.
[iii] Ibidem, p.80.
[iv] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, op.cit.p. 888.
[v] Loc. Cit. P. 888.
[vi] Marx, Carlos y Federico Engels. Manifiesto del Partido Comunista. Ediciones en Lenguas Extranjera, Pekín, 1975, Pág. 32.
[vii] Marx, Carlos. Teorías sobre la plusvalía. Tomo I, II y III, Edit. Cartago, Buenos Aires.


[viii] Marx, Carlos. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundisse) 1857 – 1858. Tomos I, II y III, Edit. Siglo XXI, México, 1982.
[ix] Marx, Carlos. Teorías ..., ob.cit. p. 133.
[x] Ibid, p. 134.
[xi] Loc. Cit.
[xii] Marx, Carlos. El Capital, libro I, capítulo II.
[xiii] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, op.cit.p. 121.
[xiv] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, op.cit.p. 121 – 122.
[xv] Ibid, p. 314.
[xvi] Marx, Carlos. Teorías sobre la plusvalía, ob.cit. p. 349.
[xvii] Loc.cit.
[xviii] Marx, Carlos. El Capital, Tomo III, op.cit.p. 121.

[xix] Marx, Carlos. Gundisse... op.cit.p. 20.
[xx] Ibid., p. 24.

[xxi] Loc. Cit.

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